“Venía caminando por la calle. Por la ropa que tenía puesta, parecía que venía de hacer gimnasia. De pronto escuché gritar pidiendo ayuda. Cuando salí era tarde, ya le había aplicado como seis puñaladas”, relató con una extrema crudeza Carlos Álvarez, el encargado de un comercio que fue testigo directo del femicidio ocurrido en pleno Barrio Norte. Es el segundo que se registró en el mes y en el número 13 en lo que va del año.
El crimen se desencadenó anoche antes de la 21. Una joven, que no fue identificada aún, caminaba por calle Monteagudo al 500 hacia el norte. Fue alcanzada por un hombre que hasta el cierre de esta edición seguía como NN. “Comenzaron a discutir. Ella le decía que la soltara a los gritos. Y de la nada, sacó un cuchillo y empezó a apuñalarla. Le aplicó al menos seis golpes con el arma. Fue un ataque bestial”, señaló Juan Carlos Herrera, otro testigo.
Dos cadetes observaron el ataque. “Pensamos que se trataba de un hecho de inseguridad. Nos arrimamos para tratar de agarrarlo. Le observé que tenía un cuchillo ensangrentado. Los fuimos rodeando con el único propósito de agarrarlo. Estaba con los ojos desencajados. Alguien le tiró gas pimienta y ahí se paró firme y se clavó el cuchillo en el pecho”, contó Pedro, un mensajero que fue uno de los primeros en tratar de ayudar a la víctima.
En los minutos siguientes se generó un gran revuelo. “La gente gritaba como loca pidiendo una ambulancia. Un enfermero la trató de ayudar. Le hizo un torniquete y le contenía con sus manos las hemorragias que tenía en distintas partes del cuerpo. El móvil de los médicos tardó unos 20 minutos en llegar. La subieron en una camilla, pero estaba mal, muy pálida y apenas si podía respirar”, contó Juana Petray. La joven fue trasladada hasta el Centro de Salud, donde falleció a los pocos minutos de haber llegado.
Hasta el cierre de esta edición, los investigadores trataban de identificar a los dos fallecidos. Por las averiguaciones que realizaron, creen que la víctima conocía a su agresor. Los primeros testimonios indican que el hombre la había perseguido varios metros hasta que la alcanzó.
Los investigadores de Homicidios, al mando de los comisarios Jorge Dib, Diego Bernachi y Juana Estequiño, creen que ambos vivían en la zona. Un comerciante aseguró que el autor del femicidio era cliente suyo, pero no sabía cuál era su nombre ni dónde vivía. El fiscal Carlos Sale esperaba la identificación de ambos para tratar de constatar si había antecedentes de violencia de género.
El cuerpo del homicida quedó tendido durante varias horas en la vereda. “Lo que se vive en Tucumán es una locura. Todo el mundo pensó que se había tratado de un robo, pero después, al conocerse lo que había sucedido, los vecinos pasaron del enojo al horror”, explicó Mario Mirra.
Organizaciones que luchan contra la violencia de género comenzaron ayer con una campaña que lleva como título #Hartas y no se descarta que en las próximas horas convoquen a una marcha por la cantidad de femicidios registrados en la provincia.
Más detalles
1- Los vecinos creen que la víctima corrió poco más de media cuadra para escapar de su agresor que la detuvo tomándola del brazo.
2- Los testigos indicaron que la discusión duró menos de tres minutos hasta que el agresor comenzó a atacarla con el cuchillo.
3- Calculan que fueron entre siete u ocho personas los que intentaron reducir al homicida. Todos dijeron que el agresor estaba desencajado.
4- La conmoción en Barrio Norte seguía varias horas después por el crimen. El tráfico y la circulación peatonal fue interrumpida.